
El otro día miraba un programa de debate -A dos voces- en el que, a raíz de la intensa controversia desatada por el proyecto de ley de matrimonio igualitario, juntaron a varias figuras interesantes: un pastor evangélico, un representante de la UCA (Union Católica Argentina), un rabino, 2 representantes de una asociación homosexual de la que sinceramente no recuerdo el nombre, y al actor Carlos Perciavale, quien hace muchos años se reconoció homosexual.
Algunas de las "cosas" -porque ni siquiera pueden llamarse discursos, ya que para formular uno, como decía Aristóteles, se requiere de un argumento- que se pudieron escuchar una vez más fueron las de siempre: "porque Dios dice...", "porque si no es hombre y mujer, es distinto", "porque son la minoría", etc, etc.
Lo curioso es que todas estas frases eran expresadas por la voz católica y la evangélica, no así por la figura de la colectividad judía.
Mientras prestaba atención a cada una de las campanas pensaba: hasta cuando tendremos que escuchar y presenciar como se mezclan y se confunden temas como el amor, la fe, la religión, el sexo, la sexualidad, y varias cosas más. Hasta cuando se le dará lugar a estos discursos tan antiguos, conservadores, estructurados, represores, discriminadores y maliciosos. Porque no deberíamos olvidar nunca los hechos históricos, y todo lo que en nombre de Dios y de la fe se ha hecho y se sigue haciendo.. no?
Paradojicamente, y oponiéndose a lo que quizás algunos de los lectores podrían pensar, que soy prejuiciosa por ejemplo como alguna vez me han dicho, creo saber minimamente de lo que hablo. En realidad digo esto porque la mayor parte de mi educación la recibí en un colegio religioso católico, lo cual podría considerarse como una especie de aval, muy a mi pesar. Varios años escuchando este tipo de prédicas, y sobretodo pensándolas, me llevan escribir esto hoy.
Por suerte parece que a veces podemos dejar de escucharlas.
Como es inevitable se me vino a la cabeza un video, que ya posteé alguna vez, sobre las "distintas", diversas y cambiantes formas que puede adquirir el amor.
Y la idea de recomendarles nuevamente las películas de John Cameron Mitchell.
Algunas de las "cosas" -porque ni siquiera pueden llamarse discursos, ya que para formular uno, como decía Aristóteles, se requiere de un argumento- que se pudieron escuchar una vez más fueron las de siempre: "porque Dios dice...", "porque si no es hombre y mujer, es distinto", "porque son la minoría", etc, etc.
Lo curioso es que todas estas frases eran expresadas por la voz católica y la evangélica, no así por la figura de la colectividad judía.
Mientras prestaba atención a cada una de las campanas pensaba: hasta cuando tendremos que escuchar y presenciar como se mezclan y se confunden temas como el amor, la fe, la religión, el sexo, la sexualidad, y varias cosas más. Hasta cuando se le dará lugar a estos discursos tan antiguos, conservadores, estructurados, represores, discriminadores y maliciosos. Porque no deberíamos olvidar nunca los hechos históricos, y todo lo que en nombre de Dios y de la fe se ha hecho y se sigue haciendo.. no?
Paradojicamente, y oponiéndose a lo que quizás algunos de los lectores podrían pensar, que soy prejuiciosa por ejemplo como alguna vez me han dicho, creo saber minimamente de lo que hablo. En realidad digo esto porque la mayor parte de mi educación la recibí en un colegio religioso católico, lo cual podría considerarse como una especie de aval, muy a mi pesar. Varios años escuchando este tipo de prédicas, y sobretodo pensándolas, me llevan escribir esto hoy.
Por suerte parece que a veces podemos dejar de escucharlas.
Como es inevitable se me vino a la cabeza un video, que ya posteé alguna vez, sobre las "distintas", diversas y cambiantes formas que puede adquirir el amor.
Y la idea de recomendarles nuevamente las películas de John Cameron Mitchell.