jueves, 26 de febrero de 2009

Ya nada es igual

(decía alguna canción de diego torres o los enanitos verdes)

La cuestión es que no paran de salir reediciones de alimentos-objetos-mitos de nuestra infancia/adolescencia... y por más que uno lo desee con mucho anhelo, hay cosas que nunca vuelven a ser iguales.
Hoy me refiero a las Tentación Mousse de Bagley.
Alguna vez escribí sobre estas galletitas y las ganas que tenía de probar la nueva edición.
Pero amigos, con mucha pena tengo que decir que para mí este reversionado está a 20 años luz de aquellas ochenteras galletitas.

Y así, cortamente pero no tímidamente, me despido en esta breve referencia a otro sueño cualquiera que no pudo ser.
Inaugurando una nueva sección llamada “la posssta pal consumidor” (que casi nada tiene que hacer en este blog pero no me voy a crear otro blog sólo para esto... no) y sacándole lustre a mi famoso mote de: “Litaelazari”, he aquí la primer entrada de dicha sección...
pero no la última amigos. (Ahí con voz de axel kutchevasky)


2 comentarios:

  1. Si! Debo decir que soy otro de los decepcionados por las nuevas tentación. uno las ve, casi iguales, pero al morderlas el viejo sueño se deshace: masa inconsistente, centro menos poderoso noooo! jajaja un abrazo!

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  2. Sí, es verdad que el centro no es el mismo, pero creo que de todas las mutaciones galletiteras que hemos padecido a lo largo de estos años, las tentaciones son las que más fieles permanecieron a su etapa de aparición... Y ya que comento esto, me siento en la obligación de exclamar que después de unos 10 años, las Pepitos volvieron a tener el gusto de esas que aparecieron a fines de los 80... Sí, más chiquitas, obvio, pero en este mundo donde agarramos toda la porquería que nos dan, tampoco es cuestión de ponernos muy exigentes, no?

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